PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO
(Tiempo aprox. 25 minutos)
Este es un recurso muy valioso para desarrollar la habilidad de empatía en los alumnos y divertirse en el transcurso de la actividad. ¡Disfrútenlo!
1) Un cuento con relevos: Contar entre todos los integrantes del grupo el cuento de la Caperucita Roja. (Cada integrante del grupo dice una oración del cuento).
Había una vez...
2) Una vez contado el cuento un integrante del grupo solicita a alguno de los capacitadores "EL LOBO MALIGNO y CAPERUCITA
ROJA – LA OTRA HISTORIA".
3) Leer la otra historia... en el grupo y relacionarla con situaciones de conflicto en la escuela.
4) Sacar una conclusión grupal.
EL LOBO MALIGNO y CAPERUCITA
ROJA
LA OTRA HISTORIA
El bosque era
mi hogar, yo vivía allí y me preocupaba por él, trataba de mantenerlo cuidado y
limpio.
Un día
soleado, mientras estaba limpiando basura que acampantes habían dejado, escuché
pasos. Me escondí detrás del árbol y vi a una pequeña niña, viniendo por el
camino, trayendo una canasta.
Sospeché de la
pequeña niña a primera vista, porque ella vestía muy lujosamente, toda de rojo
y su cabeza estaba cubierta para que nadie supiera quién era.
Naturalmente
me detuve a observarla y le pregunté quién era, de dónde venía y todo eso… ella
me contó un cuento acerca de ir a la casa de la abuela, con la canasta del
almuerzo. Parecía básicamente una persona honesta, pero ella estaba en mi
bosque y con una apariencia sospechosa con ese extraño gorro encima. Entonces
decidí enseñarle lo peligroso que era cruzar el bosque vestida tal lujosamente.
La dejé seguir
su camino pero corrí rápido a la casa de la abuela, cuando vi a la agradable
señora le expliqué mi problema y ella acordó conmigo en que su nieta necesitaba
aprender una lección.
La señora
anciana acordó quedarse afuera en la sombra hasta que yo la llamase, en
realidad se quedó debajo de la cama.
Cuando
caperucita llegó yo la invité al dormitorio, pues yo estaba en la cama vestido
como una abuela.
La chica entró
con sus mejillas rosadas y dijo algo desagradable acerca de mis orejas. Yo
había sido insultado antes y tratando de poner lo mejor de mí sugerí que las
orejas grandes servían para escuchar mejor; mi intención era decirle que yo
quería escucharla y prestar atención a lo que estaba diciendo, pero ella dijo
otra frase insultante acerca de mis ojos saltones.
Ahora ustedes
pueden llegar a entender cómo me estaba sintiendo acerca de esa chica que
parecía tan agradable pero que en realidad era una persona tan desagradable,
sin embargo, seguí con mi política de poner la otra mejilla, entonces le dije
que los grandes ojos me servían para verla mejor a ella.
Su siguiente
insulto realmente me dolió. Yo siempre tuve problemas de tener grandes dientes
y esta niña me insultó acerca de ellos. Yo sé que debí haberme controlado más
pero bajé de la cama y le dije que mis dientes me ayudarían a comerla mejor.
Ahora déjenme
explicarle, ningún lobo podría comer nunca a una pequeña niña, todos sabemos
esto, pero la caperucita loca comenzó a correr alrededor de la casa gritando,
yo corría detrás de ella, tratando de calmarla, me había sacado la ropa de la
abuela, pero esto lo único que hizo fue empeorar la situación: se abrió la
puerta y un enorme leñador estaba allí con su hacha, mirándome, fue claro para
mí ver que yo estaba en problemas y me fui por una ventana.
Quisiera
decirles que este fue el final, pero la abuela nunca va a contar mi lado de la
historia.
Al poco tiempo
se empezó a decir que yo era impulsivo y todos comenzaron a evitarme.
No sé más
acerca de la niña con su linda caperucita roja, pero yo, nunca volví a ser
feliz.